QUESO Y CERVEZA, PAREJA PERFECTA

DÍA INTERNACIONAL DE LA CERVEZA

El primer viernes de agosto se celebra el Día Internacional de la Cerveza, una de las bebidas más célebres del mundo, con una gran tradición y que, si bien siempre ha sido muy consumida, está viviendo en la actualidad un gran momento por la aparición de múltiples variedades que se adaptan a casi cualquier paladar. 

A la hora de combinarla con el queso, parece que es “el patito feo” frente al vino, pero… ¡nada más lejos de la realidad!.   

Son dos productos provenientes de fermentación, y pueden tener aromas y matices que al juntarse te llevan a una experiencia mucho más gratificante que con otras bebidas.  ¡Imagínate la combinación con quesos tan sabrosos y con tantos matices como los nuestros, especialmente los trufados!...

Por supuesto, maridar el queso con vino es una opción casi perfecta, pero no lo es más que la cerveza.  Si te gustan ambas, tienes un problema, para saber qué elegir; y si sólo te gusta una opción, pues lo tienes fácil.

Dada la efeméride que se aproxima, vamos a hablar hoy de la cerveza.

PORQUE QUESO Y CERVEZA SON LA PAREJA PERFECTA

Gracias al proceso de carbonatación, la cerveza ayuda a apreciar los matices de muchos alimentos, especialmente los quesos, llevando a una experiencia gustativa mucho mayor que con otras bebidas. 

Sus burbujas explotan en boca realzando los sabores de los alimentos, y en el caso del queso, dada su intensidad, la sensación es mucho más intensa.

Además, la cerveza limpia el paladar, y permite combinar con una misma bebida diferentes tipos de quesos a la vez.  Es decir, es perfecta para degustaciones y tablas.

Puedes maridar con cualquier cerveza (siempre con moderación y responsabilidad).  Si sólo va a ser de un tipo, en ese caso son mejores las cervezas normales; si tienes varias opciones... sigue leyendo.

¿UNA CERVEZA PARA CADA QUESO?  PUES CASI...

Y es que, gracias a los diferentes tipos de cerveza y los múltiples tipos de queso, podemos encontrar combinaciones casi perfectas.  A modo de guía/resumen:

- Para los quesos tiernos o de poca maduración, mejor cervezas ligeras (pilsener), las que normalmente te sirven en un bar cuando pides “una caña”.

- Para quesos curados, la opción perfecta son las cervezas más intensas (lager), con más cuerpo, como por ejemplo las tostadas suaves.

- Para quesos añejos (muy curados), lo idóneo son tostadas con maltas intensas, o incluso las negras o bock.

No obstante, en la variedad está el gusto y, como decimos, hay variedades casi infinitas de ambos productos, y tú debes escoger la combinación que más te guste.

En realidad, lo mismo que con los vinos.  Si bien es cierto que ahora en verano, puede haber cosas menos apetitosas que una tabla de quesos… con un cerveza bien fría.

Si quieres ampliar conocimientos al respecto, te recomendamos la lectura de este artículo de The Beer Times, donde demuestran su sabiduría en el maridaje con cerveza, como no podía ser de otra forma con ese nombre, ¿no?.

Y una vez que tengas la teoría aprendida... 

...¡a por la práctica, y si es con nuestros Quesos Artesanos La Val, mucho mejor!